Hace unas semanas subí una foto de un pan de pipas a Instagram, del cual prometí subir receta. La verdad es que he cambiado la receta desde entonces, pero estoy bastante contenta con el resultado. Por si alguien lo conoce con otros nombres, con esta receta intentaba imitar los típicos palitos de pan o rosquilletas. Normalmente, el único snack medianamente decente de las máquinas de vending, aunque ni eso.
De hecho, he hecho esta receta porque a excepción de una marca, todavía no he encontrado pan de pipas 100% integral que recomendar al grueso de la gente que me pregunta por ellos. Así que sí, os voy a mandar a este link si me preguntáis 😀 Vamos a empezar:
Ingredientes:
- 300 g Harina integral (yo he usado de trigo, pero puede salir igual de bien con otras harinas, y sin gluten cosas parecidas también salen)
- 200 mL de Agua
- 50 mL de Aceite de Oliva Virgen Extra
- 1 cucharadita de levadura de panadería (que por mi experiencia, es omitible)
- Para las saladas: Sal y pipas de girasol y calabaza
- Para las dulces: Canela y 5 onzas de chocolate 90%
Elaboración:
Mezcla la harina con el aceite, la levadura y un pellizco de sal.
Luego añade el agua y mezcla hasta que se forme una masa. Es ligeramente pegajosa, no hace falta amasarla como si fuese un pan. Divide esta masa en dos, como ves en la imagen inferior. Vamos a hacer una mitad dulce y otra salada, pero puedes hacerla toda de un mismo sabor sin problemas.
Para las barritas saladas, esparce un poco de harina en tu superficie de trabajo y pon una mitad de la masa. Aplástala ligeramente con los dedos para formar un hueco. Vierte las pipas y una pizca de sal en ese hueco (1/2 cucharadita, más o menos), y luego amasa la masa hasta que se integren bien. Es posible que tengas que añadir más pipas. De todas formas, antes de hornear las decoraremos con algunas pipas más por encima.
Para las dulces, esparce harina y saca la otra mitad de la masa. Vuelve a hacer un hueco y echa dos cucharaditas de canela y 5 onzas troceadas de chocolate lo más puro posible (90% en este caso). Amásalo hasta que el chocolate se integre bien.
Luego, deja las dos bolas de masa en el cuenco tapadas con un trapo. No vamos a dejarlas levar, pero sí dejaremos que reposen un rato mientras recogemos la cocina y encendemos el horno para precalentarlo.
Pasados unos 15 minutos, preparamos una rejilla de horno y vamos formando las barritas. Podemos estirar la masa con un rodillo y cortar las tiras, pero sinceramente es más sencillo hacerlo con las manos. Embadúrnate las manos con aceite y forma las tiras como quieras: más o menos rectas, rectangulares, cuadradas, redondas (¿esto contaría como galletas saludables?) o de formas divertidas si estamos haciéndolas con niños (o sin). Cuando estén hechas, echa un chorro de aceite por encima y dales la vuelta una a una para que se impregnen del aceite. O bueno, también podéis pintarlas de aceite con un pincel de cocina. Para las barritas saladas, por último, pega algunas pipas por encima para decorar. Opcionalmente, si crees que te ha faltado sal, añade una pizquita de sal por encima.
Lo único que sí debes hacer es dejarlas todas con un tamaño y grosor similar, para que se horneen al mismo tiempo. Con el grosor que veis en la foto, algunas quedaron más esponjosas que crujientes, otras bien tostadas (también depende de en qué parte del horno estén). Por esta razón en la lista de ingredientes os pongo que la levadura de pan es opcional. A mí personalmente me han gustado con este toque de »pico de pan»: crujiente por fuera, ligeramente esponjoso por dentro. Pero sin la levadura tal vez queden más crujientes. Así que si las queréis realmente crujientes, podéis o hacerlas más finas, u omitir la levadura.
Sea como sea, después de formar las barritas, las metemos al horno a 200ºC durante unos 15 minutos o hasta que se tuesten y estén crujientes. Una vez horneadas, las dejamos enfriar en la misma rejilla sin el papel de horno, para que corra el aire.
¡Y listo! Podemos conservarlas en un tupper o tarro una vez se hayan enfriado y secado. Pero no tengáis prisa en guardarlas; si las guardamos tibias se ablandarán. De hecho, podéis dejarlas encima del papel de hornear, papel de periódico o papel absorbente para que pierdan humedad.
Conclusión e ideas finales
Estas barritas, rosquilletas, pan de pipas o como queráis llamarlo son un almuerzo o merienda estupendo para niños y niñas, y también para adultos. Y como veis, no tienen mucha complicación ni necesita excesivo tiempo.A todo esto, antes de terminar, sobra decir que este pan de pipas se puede versionar de mil formas. ¿Qué tal con unas almendras troceadas? ¿Y si le añades tomate seco y orégano? Échale imaginación y te saldrán mil versiones.
Esta receta puede venirnos de perlas en muchas situaciones, de hecho:
Son una merienda saludable para el parque:
1 Plátano y Pan de pipas integral de chocolate
Nos valen como almuerzo saludable para el trabajo:
2 Mandarinas y Pan de pipas integral salado
Y también puede cuadrar un almuerzo como este en el calendario escolar de almuerzos que nos obliga a traer »bollería casera»:
Pan de pipas integral de chocolate y 1 yogur natural
Incluso pueden usar el pan de pipas como cuchara para el yogur, así más divertido y más rico.
Y por qué no… Como regalo:
Pues eso, como lo oyes. Regalar comida echa por ti puede ser un detalle genial, mucho más que una dichosa caja de Kit-kats. Agrupa unas cuantas barritas y mételas en un tarro, tapa el tarro con una tela chula y anúdalo con unas cintas navideñas. Y voilá, ya tienes un detalle casero y artesanal para completar un regalo de amigo invisible con todo el cariño del mundo. Aunque hay mucha comida artesanal que puedes regalar, como pan casero, granola, alimentos fermentados o germinados.
Sea como sea, espero que probéis la receta y las disfrutéis de lo lindo, ¡tanto como yo las he disfrutado! Me encantará ver lo que hacéis, así que no dudéis en etiquetarme en redes sociales, Facebook e Instagram.
Como siempre, mil gracias por leer 🙂 y…
¡Nos vemos en el próximo post!