Huevo-plátano esponjoso: Desayuno distinto

Esta semana os traigo una receta de una cosa que subí hace poco a redes. La idea me la dio el canal Tasty de Japón. Digo cosa porque aún no sé muy bien cómo llamarlo; está a medias entre el soufflé, las tortitas, la tortilla y nada de todo eso. Se pueden hacer mil variaciones, pero os traigo la »versión» sencilla. Solo necesitáis 2 ingredientes principalmente. ¿Podríamos llamarlo bizcocho sin harina, sin azúcar y sin lácteos (excepto el yogur de arriba)? Pues podríamos, pero es que no es un bizcocho, ¿para qué vamos a engañarnos? En todo caso podríamos llamarlo »alternativa saludable para celíacos». Y sorpresa: está muy rico. ¿Os animáis? Voy con la receta:

Ingredientes:

• 1 huevo
• 1 plátano
• Canela
• Vainilla
• Toppings (a elegir): Yogur natural, más canela, almendras/nueces/pistachos, etc. triturados, cacao en polvo sin azúcar, fruta chafada y untada, manzana picada y pasada por el microondas para que se ablande, golosos: 1 onza de chocolate mínimo 70% derretido y untado
• *Un molde, no tiene por qué ser redondo. Mejor si es de metal

Preparación (~20-25 min.):

Primero chafamos el plátano, y lo mezclamos con la canela y la vainilla. Si queremos meter más ingredientes para dar sabor, el momento es ahora, no cuando montemos las claras. Yo simplemente lo mezclé con canela y vainilla, pero podría haber puesto cacao en polvo sin azúcar, crema de cacahuete, ¿un poco de mantequilla? o aún más fruta chafada.

Separamos la yema de la clara y montamos la clara. La yema la mezclamos con el plátano chafado y, cuando estén las claras a punto de nieve, mezclamos todo con movimientos envolventes.

Calentamos una sartén y la pintamos con aceite. Colocamos nuestro molde y lo llenamos con la mezcla (la mía se salió; no lo llenéis tanto como yo). Lo dejamos a fuego bajito con la sartén tapada y le damos la vuelta pasados 10-15 minutos. Dejamos por el otro lado otros 10 minutos. Para desmoldarlo, pasar un cuchillo por los bordes con cuidado, por ambos lados. Si no estamos seguros de si se ha cocinado del todo podemos dejarlo unos minutos más una vez desmoldado. Si se os sale, podéis »recortarlo» con un cuchillo para que se quede la forma del molde, pero es totalmente opcional y no influye en el sabor.

¡Y ya está!

Lo adornamos con los toppings que queramos. Yo puse yogur y canela, aunque tengo que probar eso de los pistachos picados y el cacao en polvo.

Y por dentro se ve así:

No es el desayuno más rápido del mundo, lo sé, pero también vale para cualquier otro rato, y la textura vale la pena. Si os lo hacéis con chocolate 75-90%, nueces picadas y frambuesa vale perfectamente para paliar el mono de bizcocho, si lo tenéis. Tengo que decir también que para ser una elaboración sin azúcar está bastante sabroso, puede que por que no contiene harinas, que para mí dan un sabor neutro difícil de combatir en los »dulces» sin azúcar (comerse un bizcocho tradicional sin azúcar ni edulcorante es de valientes; no sabe a nada, para eso cómete una fruta). El huevo sabe a huevo, el plátano sabe a plátano. Y los toppings son infinitos. ¡Celíacos! No tiene gluten, podéis probarlo sin problemas. ¿Y una versión salada? Pues también molaría, pero eso ya es una tortilla prácticamente, ¿no? Aunque va a estar rico igual. ¡¡Mandadme fotos!! ¿Que tal con un picadillo de ajo, perejl fresco y aceite en vez del plátano? ¿O qué tal con pesto? Me encanta el pesto y lo sabéis.

A disfrutar^^